Taurinas
Los festejos taurinos tienen, sin duda, profundas raíces en la cultura de Madrid, desde el siglo XII, en el que se contaba como aficionado el Rey Alfonso X.
Ya retrataba Goya en sus grabados distintos lances del toreo de la época, lances que poco han variado desde entonces si no es en la estilización de los trajes, aunque en la actualidad se ha recuperado la tradición en dicha vestimenta, realizándose de cuando en cuando las denominadas corridas goyescas.
Hasta 1737, año en que se construyó la primera plaza de toros provisional de Madrid, se utilizaba para celebrar esta fiesta la Plaza Mayor.
En 1749 Fernando VI financió la construcción de la primera plaza de toros permanente en la Puerta de Alcalá.
En 1870, con el desarrollo del proyecto del Ensanche, se comenzaron las obras de una nueva plaza en el solar que hoy ocupa el Palacio de Deportes de Madrid, fue la denominada Plaza de toros de Goya y se inauguró el 4 de septiembre de 1874.
En 1931 se construye la que aún perdura Plaza de las Ventas, por ser la anterior de un aforo inferior al demandado, tal era la popularidad de esta fiesta.
También en 1906, se construyó en el popular barrio de Carabanchel, una plaza de planta cuadrada de talanqueras que se inauguró en 1908 y recibió el nombre de Plaza de Vista Alegre.
Esta plaza fue destruida durante la Guerra Civil y se reconstruyó en 1941 pero sin sus torres, por lo que se le llamó popularmente La Chata. En 1981 cerró definitivamente y en el 2000, tras derruir la plaza, se construyó un recinto cubierto para actividades deportivo-culturales que recibe hoy el nombre de Palacio de Vista Alegre.